Todas las tiendas están cerradas, los semáforos parpadean en ámbar y el más mínimo ruido a tu alrededor te sobresalta. Estás alerta, espectante, paciente... caminas entre las sombras de la calle. El viento de medianoche arrastra las últimas ojas del otoño. El frío húmedo se cala en los huesos. Y tras de ti escuchas pasos misteriosos. Pero al volver la mirada por encima del hombro nunca ves a nadie.
Así nos sentimos y así somos cuando caminamos solos por la calle. Asustados, cohibidos, ansiosos por llegar.
xxx caos
¿Cuántos desengaños puede soportar el corazón de una persona? ¿cuántas decepciones?
- Cuando mi corazón muera, te diré cuantas ha aguantado.
xxx pensamientos desubicados
sábado, 17 de enero de 2009
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