Con cada día que pasaba mi sueño se expandía... ya no era la Princesa de una villa, sino de un gran y próspero reino, y entre sus gentes, la conocí; su cabello era oscuro como la noche y sus ojos relucían con la luz de la luna. Su voz era suave y melodiosa, sus gestos, delicados... era la perfecta Princesa, era la Bruja de las Azucenas. Hoy no es más que un recuerdo lejano de una época mejor. Hoy no es más que el recuerdo de un amor prohibido que me llevó a ser Príncipe y Guardián, Caballero andante de una Princesa oscura. Olvidé mi sueño por una Princesa mejor convirtiéndome en Amazona, la eterna guerrera.
Al mirar atrás veo lo que no pude ver, tus ojos me engañaban, tus caricias me hirieron y tus besos me traicionaron. Me despojaste de mi sueño haciéndolo tuyo... y entonces yo también fui tuya, y me hiciste creer que te tenía... fui ingenua y romántica, no vi que no sabes amar, que tu corazón está vacío.
El tiempo me ha enseñado a olvidarte... y solo quiero que recuerdes, mi Princesa, que el odio que siento por ti no es más grande que mi amor.
4 comentarios:
Odio y amor, sentimientos tan cercanos...
Precioso.
Kawaii!!! Mujer, tu si inspiras, jeje.. recuerda que en estos momentos pequeños de melancolia es autoobservacion llega y creces ^^
te quiero!
Mmm... tú queriendo ser princesa... eso sí que es curioso...
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